domingo, 26 de febrero de 2012


El mejor tipo de amor es aquel que despierta el alma y nos hace aspirar a más, nos enciende el corazón y nos trae paz a la mente.
Eso es lo que tu me has dado y lo que yo esperaba darte siempre. Te quiero y..ya nos veremos.

sábado, 25 de febrero de 2012



SÓLO ES UN INFIERNO SOSTENIDO.


Día cualquiera. Te despiertas, te levantas de la cama y te aseas. Te vistes y te peinas. Ponerse de nuevo la máscara para una nueva escena de esta obra de teatro que es la vida y que jamás se acaba. Sales a la calle, caminas y vas cargando tu máscara. Interpretas tu papel a la perfección. Sonríes, así quieras gritar. Muestras tu buena educación, tus principios, tus valores. Convives con otros. Les hablas, ocultando tu desesperanza, tu angustia, tu miedo a que en cualquier momento se arruine tu disfraz. Respiras tranquilo cuando notas que no ha pasado nada. También comes, bebes;te mueves por la ciudad.
Debes ser como el resto, moverte como ellos, estar a su nivel. Nadie sospecha de ti. Eres completamente cuerdo y "normal". ¡Aprendes tantas cosas!
Vuelves a casa. Comes y bebes, otra vez. Luego vas a la cama y tienes una noche sin sueños, una existencia sin sueños.
Un mal día. El reloj no te despierta. Brincas de tu cama y te alistas en quince minutos y de mala gana. Hoy no comes. El disfraz y la pose se quedaron en casa. Todos los demonios y los males a flor de piel. Convives con otros, reinventas tu papel a cada segundo hasta el momento en que pierdes tus valores, tus principios y toda esa mierda que la masa aprecia tanto. Y entonces el animal que, según el resto hay en cada uno, despierta.
Hoy no sonríes, hoy no quieres maquillaje. Sólo hay gritos. Llegó el tiempo de las pasiones. Ya no eres como ellos. Ahora flotas, los ves desde las nubes. ¡Son tan pequeños, tan insignificantes!
El animal es liberado y la masa lo acecha, lo confina. La ciudad te niega un espacio. Estás a la deriva, sin ellos, sin modelos, sin fingimientos. Eres libre.
Regresas a casa, después de perseguir tu espacio en la gran dama; no comes, sólo bebes.
Ahogas tu anhelo de volver a ellos, a su mundo, a su teatrino, donde "viven" sin saber que son otros los que tiemplan sus cuerdas y mueven mecánicamente sus miembros. Duermes y mil imágenes se pasean por tu mente. La obra parece llegar a su último acto. Tú escribes el final con tu tinta.



luna.